Cuando era adolescente, buscaba mucho la sabiduría, el conocimiento. Me burlaba con lástima de todo aquel que comenzaba a...
hablar diciendo "El Señor..." Pobrecitos, pensaba yo. ¡POBRECITO,
YO!!! Pobre de mí que no conocía su amor. Pobre de mí, que no me daba
cuenta de la Verdad, la pura Verdad, de la acción determinada de
sostener el universo para mejorarlo, en lugar de desecharlo, porque en
ese universo estamos todos. Pobre de mí, que no entendía lo que toda
esa bola de locos irracionales quería comunicarme....
¿Irracionales? ¡Suprarracionales, diria yo!!! Se requiere la humildad
de permitir que alguien tome tu mano, y te invite a pasear más allá de
las estrellas, "donde sé que hay paz, donde todo es realidad y el
tiempo no existe más".
"Más allá del bien y del mal, existe un campo. Allí te encontraré"
GRACIAS, MI JESÚS, POR HABERME ENCONTRADO ANTES, ANTES DE QUE SEA
IRREVERSIBLE. GRACIAS, PORQUE AHORA NO SOY MÁS UN PADRE MEDIOCRE. POR
ENCIMA DE TODO LO MATERIAL, AUNQUE ME QUITARAS TODO, YO SÉ QUE ME
PERMITIRÍAS CONSERVAR AQUELLO QUE NO ABANDONO EN CASO DE NAUFRAGIO, LO
MÁS IMPORTANTE, LA MAYOR HERENCIA QUE UN PADRE PUEDE DEJAR: TU GRAN
AMOR, Y UNA VIDA EN TU PRESENCIA.
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